Ya he tocado este tema en mi historia, donde hablo del tratamiento, pero realmente quiero desarrollar el tema de la indetectabilidad aquí, y sobre todo contaros el impacto que tuvo en mí psicológicamente, especialmente cuando estaba en una relación.
Cuando supe que tenía el virus, mi relación con mi cuerpo cambió por completo. Tenía miedo de todo, del más mínimo resfriado, de la más mínima bacteria. Incluso el simple hecho de tener que tomar el metro me paralizaba, dada la cantidad de microbios que circulaban por él. Le había cogido fobia a todo, quería protegerme. También tenía mis propias creencias sobre el VIH, que han evolucionado desde entonces, pero en aquel momento no conocía mi enfermedad y tuve que aprender a vivir con ella.
Empecé el tratamiento en cuanto supe que estaba infectado. Mi carga viral fue inmediatamente indetectable y nunca ha cambiado desde entonces. Mi sistema inmunológico es muy perezoso, pero poco a poco se está volviendo más fuerte. En los últimos diez años he aprendido a escuchar a mi cuerpo. Ya no me fuerzo: si no tengo energía para hacer algo, no lo hago. Esto no está en absoluto mal visto por quienes me rodean.
Cuando me enteré de que el VIH formaba parte de mi vida, estaba con D. Siempre recordaré la primera vez que hicimos el amor tras conocer la noticia. Todavía no me había dado cuenta de que yo también tenía derecho a ello.
D estaba en la escuela de medicina, así que me tranquilizó sobre todo el tema sexual desde el principio. Me dije que si se permitía hacer esto o aquello con los conocimientos que tenía sobre el tema, significaba que no corríamos ningún riesgo y que debía dejar de tener miedo de transmitir el virus.
Creo que eso forma parte del viaje de una persona seropositiva: entender que no vas a transmitir el virus, siempre que tomes tu tratamiento.
Me siento muy afortunado de haber conocido a D en este momento de mi vida. No creo que lo sepa, pero le estoy muy agradecido porque me ha ayudado mucho a mantener la cabeza fuera del agua y a recuperar la confianza. A lo largo de nuestra relación utilizamos preservativos. No tuvimos ningún problema con él. No nos vamos a engañar, obviamente es diferente, pero en ese momento me tranquilizó mucho y no tenía otras opciones en la cabeza.
Nos separamos después de dos años de relación, y tras una larga pausa, en 2012, conocí a N.
Que conste que cuando hablé con él sobre el VIH no volví a saber nada de él durante seis meses, hasta que me mandó un mensaje de texto para que volviera a ponerse en contacto: "Hola, soy N"... Me alegré de responder "¿N qué?". Fue mi pequeña venganza.
Estuvimos juntos durante cuatro años, así que quizá esos seis meses de reflexión merecieron la pena después de todo, aunque no fueron los mejores de mi vida.
Entonces llegó el momento en que fui al hospital para mi cita semestral. Y allí mi médico volvió a comprobar que mi carga viral seguía siendo indetectable. Esto había sido así durante cuatro años, y me habló de : U=U (indetectable=intransmisible). Me explicó, que desde que tomo mi tratamiento correctamente, que todo está bien, ya no transmito el virus. La miré y le dije: "¿Pero eso significa que incluso sin condón?
Nunca me animó a no usar el preservativo, sólo me hizo entender que si tenía una pareja estable no me arriesgaría a nada (estando seguro de su fidelidad, porque sí, otra cosa, el preservativo también sirve para protegerse de otras ETS e ITS). Es una decisión de pareja, por supuesto, pero es posible. Debo admitir que esta información fue bastante liberadora y un verdadero alivio.
N y yo decidimos juntos no usar preservativos después de cierto tiempo, porque desgraciadamente usar un preservativo era bastante complicado para nosotros. Creo que algunos no lo entenderán, pero yo confiaba en N y viceversa. A partir de entonces, no teníamos nada que temer el uno del otro.
La condición era que N debía someterse a pruebas cada seis meses para asegurarse de que todo estaba bien.
Desde el momento en que decidió, tras ese largo periodo de reflexión, volver conmigo y comprometerse a una relación, el VIH nunca fue una preocupación para N. Estoy muy orgulloso de nosotros por eso, por la confianza que teníamos el uno en el otro.
He tenido dos grandes romances desde que soy seropositivo y, si hay algo positivo que puedo sacar de ellos, es que con esos dos chicos nos queríamos incondicionalmente, y aunque el VIH puede hacer que una relación sea más complicada, una vez que encuentras a la persona adecuada, también es más intensa y verdadera. Una persona que no huye de tu condición de seropositivo te elige por todo tu ser, no por una representación de ti y del amor.
Creo que tengo suerte.
PD: No hago más propaganda que la del amor. Esta decisión de dejar de usar el preservativo con N fue tomada por ambos. Para todos los demás tipos de relaciones que no se basan en la confianza mutua, la protección es obviamente inevitable, y si tienes alguna duda, habla con tu médico. Sin embargo, es importante estar informado sobre este "U=U", porque es un factor muy importante en la calidad de vida de los seropositivos y en el posible sentimiento de culpa que podamos sentir ante la idea de transmitir el virus que, una vez indetectable, ya no es posible.
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